martes, 1 de enero de 2013

Capítulo 17.



«Narra Steph»
Estaba sentada en el sofá, intentando ver la televisión y digo "intentanto" porque Harry no paraba de besuquerame.
- Yo también puedo ser muy pesada, ¿sabes? - lo paré antes de que me diera otro beso.
- ¿Ah sí? Quiero verlo.- dijo pícaro.
- Lo verás, cuando me dejes ver la tele. - contesté cortante.
- Vale, ya te dejo borde... - dijo alejándose.
- Yo no soy borde.
- Oh sí, creéme que lo eres. - se cruza de brazos.
- No lo soy... - puse pucheros.
- No vas a conseguir que te mire. - giró su cara a la derecha.

Me senté sobre sus piernas, dejando una a cada lado de las suyas. Harry se volvió para mirame sorprendido y yo aproveché para volver a hacerle pucheros.
- No soy borde, ¿verdad? - puse voz infantil.
Harry mordió provocativamente su labio inferior, pero después volvió a girarse a la derecha.
- Ahora me dejas en paz.
- ¿De verdad quieres eso? - dije sensualmente susurrándole al oído, él rápidamente estremeció pero siguió sin mirarme.
- Pues vale.- hize ademán de levantarme, pero Harry agarró mi brazo y me sentó sobre sus piernas.
- Eres mala, te gusta jugar conmigo.- me acorraló en un abrazo, cogiéndome por detrás besando mi mejilla.
Me giré, agarrando su cintura con mis piernas para así acercarnos un poco más y enlazar nuestros labios. Harry sonreía durante el beso, cosa que me contagió. Nos separamos, dejando nuestras frentes juntas. Un móvil que estaba en la mesa, empezó a sonar.

- Pásamelo, Steph.- dijo Harry desde el sofá.
Miré la pantalla y vi que era Louis, así que decidí cogerlo yo, porque si Louis hablaba con Harry, era muy seguro que le dijera lo de la foto de Twitter.
- ¿Sí? - descolgé el móvil.
- ¿Steph? - preguntó Louis extrañado.
Harry me miró se giró a verme.
- ¿Quién es? - preguntó esta vez, Harry.
Posé mi dedo sobre mis labios haciéndole señal de que se callara.
- Sí, soy  yo, ¿qué pasa?
- ¿Por qué lo has cogido tú?
- Harry está ocupado ahora mismo. - al oír su nombre se levantó y me miró confuso.
- Ah vale, pues nada, era para decirle que se viniera a hacernos compañía a mi y a los chicos, que estamos muy aburridos. Vente tu también.- dijo feliz.
- Claro, encantada.
Harry se acercó a mi y me susurró "¿Con quién hablas? Anda, dame el móvil" yo me aparté de él echándome para atrás.
- Nos vemos.- y colgó.
Me quedé con el móvil en la oreja y se me pasó por la cabeza gastarle otra broma a Harry.
- ¿Harry Styles? Sí, sí. - dije como si aún estuviera hablando por teléfono.
- Steph, ¿con quién hablas? - volvió a preguntar insistente.
- Con los de Sugarscape. - aparté el móvil un momento para contestarle.
- ¿¡Qué!? - se pasó las manos por la cabeza.
- Sí, sí, lleva muy mal lo de estar lejos de su familia. Echa mucho de menos su osito de peluche con el que dor....- Harry me quitó el móvil de las manos.
- Perdonen, la información anterior era completamente falsa.
Yo empecer a reír como una loca.
- ¿Hola? - miró la pantalla del móvil y luego a mi.
- Has picado, rizos.- dije riendo.
- ¿Qué tienes en contra mía? Pregunto.
- Es que eres tan, tan inocente.- enganché mis brazos alrededor de su cuello.
Harry posó sus manos por mi cintura, enterrando su cara en mi cuello.
- Y tú tan, tan mala - paró para empezar a besarme el cuello, algo que provocaba que un escalofrío recorriera mi cuerpo - que tendré que tomar medidas serias.
- ¿Y qué medidas van a ser esas, eh? - dije un poco tonta, por la sensación que tenía en esos momentos. Que me besaran el cuello era mi punto débil.
- Ya lo verás.
Harry seguía dándome besos por el cuello y algún que otro mordisco y a mi me estaba empezando a poner bastante cachonda. En un momento, Harry se paró un gran rato en el lado izquierdo de mi cuelo y entonces se apartó, sonriendo victorioso. Caí en algo que fuera posible que me hubiera hecho, corrí rápidamente hacía al baño y miré mi cuello. El muy... me había hecho un chupetón, y de los que se notan, vamos, que el chupeton estaba bien hecho. Cuando salí al salón, él seguí de pie, con su sonrisa de victoria aún asomando en su cara.
- ¿Tú has visto lo que me has hecho en el cuello, cacho de animal?
- ¿Qué? ¿Yo? Yo no he hecho nada.- se hizo el tonto.
- No soy una vaca, ni nada para que me marques.
- Ahora que lo dices, tú deberías de haber sido una vaca en tu otra vida, ese culo - dirigió la vista a él - no es normal. - y río aún observándolo.
Al decirme esto, me acerqué a él y le pegué con todas mis fuerzas, Harry agarró mis muñecas y las puso en mi espalda, estabámos totalmente cerca.
- Cerdo.
- Borde.
Intenté ignorar lo que me dijo y me fui acercando a su cara, lentamente, nuestras narices se rozaban y nuestros labios se separaban por escasos centímetros. Harry cerró los ojos y entreabrió su boca esperando a que yo juntase mis labios con los suyos. Me alejé un poco, sin que él lo notara y me quedé observando la cara de gilipollas que se le había quedado a Harry y no pude evitar reírme. Él abrió los ojos rápidamente y me miró mal. Finalmente, me saparé del todo de Harry y me fui dirección al baño.

- Por hacerme esto - señalé el gran chupetón - hoy no tendrás besos. - y me encerré en el baño.

Una vez dentró, busqué en mi maquillaje con que cubrir aquello, que al final lo logré, aún así se notaba un poco. Fui a mi habitación a arreglarme y me puse esto. Al terminar, volví al salón.

- Vámonos.
- ¿A dónde? - preguntó Harry.
- A tu apartamento, Louis ha llamado para que vayamos a hacerle compañía y como estoy cansada de estar encarrada entre estás cuatro paredes, pues...
- Claro, tú para que pedirme opinión si te da igual - reí - Por cierto, ¿estás mejor?
- Sí, las pastillas han hecho su efecto.-  una vez dicho esto, cogí su mano y salimos de casa. 

Llegamos al apartamento de Harry y éste abrió la puerta con sus llaves. Cuando entramos, encontramos a Zayn, Liam y Louis sentados cómodamente en el sofá, viendo la tele.

- Pero mirad quién esta aquí, ¡Mrs. Styles! - dijo Zayn divertido, nada más ver entrar a Harry.

Yo empecé a reírme, sabía perfectamente a qué se refería, sin embargo Harry, aún no pillaba lo que pasaba allí.

- ¿Cómo lo sabes? - preguntó extrañado, dirigiendo su mirada hacía mi.
- Como para no saberlo, has puesto la foto en Twitter. - dijo esta vez Liam.

Todos empezamos a estallar a carcajada y Harry aún seguía perdido. Yo me senté al lado de Zayn.

- Lo has trolleado, ¿verdad? - preguntó susurrando.
- Sólo un poco... - contesté.
- ¡Qué puta ama! - gritó.
- Pobre, no os riáis de mi Harold, no es su culpa ser tan femenino. - dijo Louis mientra se abalanzaba sobre Harry.
- Pero, ¿qué ha pasado? - volvió a preguntar confuso el rizos.
- No me digas que no lo sabes... - dijo Liam.
- ¿Qué tengo que saber?
- Cariño, será mejor que te metas a Twitter. - volvió a hablar Louis afeminando su voz.

«Narra Harry»
Corrí a coger mi móvil y me metí en Twitter y me dirigí a las menciones todas eran en plan:

"Uy, qué guapa Mrs. Styles"
"¿Y ese pintalabios? Yo lo quiero"
"Sabía que eras gay"

Fui a mi perfil y miré mi icon. ¿Pero quién...? Observé mi último tweet y ahora todo encajaba. Steph. Cambié mi icon rápidamente y fulminé a todos con la mirada, ya que aún seguían descojonandose en el sofá. Busqué con la mirada a Steph, pero había desaparecido.

- La mato, os juro que la mato.
Seguían riéndose.
- Te la ha jugado, ¿eh? - dijo Louis.
- Pero bien jugada. - reía Zayn.
- Tío, ¿cómo te puedes dejar hacer esto? - preguntó Liam.
- Luego os cuento... ¿Dónde está Steph? - recorrí el salón con la mirada.
Liam y Louis se miraron confusos.
- ¡Hostia! Pues ahora me acabo de dar cuenta de que no está.
- Yo igual. - rió Liam.
- ¿Zayn...? - clavé mis ojos en él.
- A mi no me mires, yo no sé nada.- contestó Zayn algo nervioso.
- No me obligues a quitarte todos los espejos.- le amenacé, a lo que se dio por vencido.
- ¡No, no! ¡Todo menos eso! - volví a insistir con la mirada - Vale, está en tu habitación.
- ¿En mi habitación? 

«Narra Steph»
No me hizo falta recorrerme la casa entera, puesto que ya sabía dónde se encontraba su habitación por lo que nos pasó hace unos días. Cerré la puerta con pestillo, sabía que Harry volvería a por mi al haberse enterado de lo que había hecho, reí al recordarlo. No tenía nada que hacer, así que me puse a mirar su habitación, que por cierto, estaba ordenada comparándola al otro día. Observé algunas fotos que tenía sobre un mueble: con los chicos, su familia, Simon, y con ¿sus fans? Oh, qué tierno, el hecho de lo que tuviera esa foto en su habitación era todo un detalle. Me tiré sobre la cama y del aburrimiento me puse a hacer la croqueta. Sonó mi móvil, era un mensaje.

"Asómate a la ventana"

Y así hize, esperando cualquier sorpresa, pero nada, pájaros y más pájaros. Al rato, sentí el roce de una mano sobre la mía, me giré y choqué con unos ojos verde azulados y una preciosa sonrisa. 




Chicas, gracias por vuestros comentarios, de verdad, sois amor todas. 
En fin, quería deciros que quizás tarde en subir el 18 ya que está es mi última semana de vacaciones y la tengo para preparar mis maletas para irme a Galicia en nada y hasta que me pongan internet... Pero intentaré hacer lo posible por subirlo antes. 
Os quiero y Feliz Año Nuevo. xx












domingo, 30 de diciembre de 2012

Capítulo 16.

«Narra Harry»
Estaba totalmente concentrado en el partido, mis dedos se movían rápidamente sobre el mando, cuando de repente, siento una gran colleja.

- ¿Qué mierdas haces aquí? - dijo con voz ronca y borde.
- Eh, qué pasa. Hola a ti también.
- Responde, ¿qué haces aquí? ¿Cómo has entrado? - dirigió su vista a mis manos, que sujetaban el mando - ¿Y qué haces jugando con mi Play? - resaltó el "mi" mientras me quitaba el mando. 
- Son muchas preguntas, ¿no crees? - me miró mal - Vale, vale. Estoy aquí para cuidarte.- esbozé una sonrisa.
- No necesito que nadie me cuide, y menos tú. 
- Estás enferma. ¿Aún tienes fiebre? - pasé mi mano sobre su frente, suavemente, pero ella la apartó rápidamente. 
¿Qué le pasaba ahora? 
- Harry, vete.
Me acerqué más, para mirarla fijamente a los ojos, ella desvió la mirada.
-  No me voy  a ir.
- Sí que lo harás, es mi casa, ¿recuerdas? Aquí mando yo, y si digo que te vayas, te vas.
La seguí mirando fijamente, con cara de pena, siempre funciona.
- Dios, ¡qué asco te tengo! 
Sonreí victorioso.

«Narra Steph»
Me dirigí al baño, para darme una cálida ducha, que me hacía falta. Tardé más de lo normal, entreteniéndome leyendo las etiquetas de los champús. ¿Por qué? Porque Harry estaba fuera y no quería pasar tiempo junto a él, no me quería seguir enamorando de él. No. No. No. Sí, lo sé, mis sentimientos son muy bipolares, no lo puedo remediar. Peiné mi peló mojado y me puse mi pijama-mono de Bob Esponja, uno de mis favoritos. 
Salí al salón y volví a ver a Harry jugando con la Play, mi Play.

- ¿Quién te ha dado permiso? Te dije que era mía. - volví a hablarle bordemente.
- ¿Tuya? - no apartaba su mirada de la pantalla.
- Sí, te lo dije antes, sordo. 
- ¿Enserio? - esta vez, se volvió para mirarme de arriba a abajo y una pequeña carcajada salió de su boca.
Me acerqué a él y le quite el mando bruscamente.
- ¿Acaso yo cogo tus cosas sin permiso? 
- ¿Y qué haces tu con una Play? Seguro que no sabes ni cómo va.
- ¿Eso crees?
- Sí. - dijo convencido.
- No me conoces tú bien - reí exageradamente.
- Si, si, si, tú di lo que quieras, que yo no te creo.
- Seguro que te gano al fifa.
- Já - ahora él rió de forma exagerada.
- Voy enserio.
- Que sepas que ninguno de los chicos me ha podido ganar al fifa, ninguno. - presumía.
- Pues para eso estoy yo, para ganarte. - sonreí burlonamente.
- ¿Si? ¿Eso crees? - asentí - ¿Nos apostamos algo?
- Lo que quieras.
- Si gano - se quedó un momento pensativo - tendrás que salir a la calle, con tu pijama de Bob Esponja y empezar a cantar la canción de la serie.
- ¿Sólo eso?
- Y - hizo una pausa drámatica - ¿un beso?
- ¿Qué? Flipas, chaval. Con lo del pijama basta.
- Y el beso.
Puse los ojos en blanco.
- Entonces... si yo gano... ¡tendrás que dejarme hacer lo que quiera contigo! 
- Está bien - sonríe pícaramente.
- ¡Estúpido! Me refiero a maquillarte, alisarte el pelo, ponerte la ropa que yo quiera...
- ¿Piensas que vas a tocar estos preciosos rizos? - dijo mientras tocaba su pelo como si fuera una chica.
- ¿Qué pasa? ¿Qué tienes miedo, eh? Miedo a que te gane.
- Vale, acepto.

Dicho esto, cogimos nuestros respectivos mandos y empezamos a jugar.
Harry escogió Inglaterra y ,claramente, yo escogí España. Íbamos 2-2 empate, sólo nos quedaba un gol para saber quién sería el ganador. Nuestros dedos se movían rápidamente por los botones del mando. Yo aún no tenía ni idea que cómo había metido esos dos goles, pero tenía que ganarle a Harry sea como sea.

- Vas a perder.- dijo vacilón.
- No, no lo creo.- le contesté sin apartar la vista de la pantalla, y de repente, empezó a sonar un móvil, el cual no era mío.
- ¿No lo vas a coger? - pregunté vacilona.
- ¿Y dejarte ganar? En tus sueños, bonita.

Harry se estaba acercando a mi portería, chutó, pero se la paré. Se notaba perfectamente que estaba nervioso, incluso se puso de pie. Ahora era yo la que se acercaba a la portería de Harry, regateé a algunos jugadores y...

- ¡GOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOL! - grité poniéndome de pie - ¡TE HE GANADO PELO FREGONA, TE HE GANADO! 
- Ha sido pura suerte.- dijo como si no le importara, que en realidad, sí le importaba.
- Tanto chuleo para nada, ¿eh? Preparaos rizos de Harold, ahora sois míos.
- ¿Pero tú no estabas mala? 
- No me cambies de tema pelo fregona, una apuesta es una apuesta.

Hize sentar a Harry en una silla y en la mesa, coloqué todo mi maquillaje. Tan solo de pensar lo que le haría me descojonaba sola. Después, entré a mi habitación a por mi plancha. Harry al verla, puso cara de pena.

- Nanai, rizos, eso no te va a salvar. - dije mientras le quitaba el gorro que llevaba puesto, para dejar sus rizos al descubierto.
- Ten piedad, por favor.
- Mira, tómate esto como un día de belleza. Venga, va, cierra los ojos que empiezo.
- Mis rizos... - dijo apenado.

Una vez terminé de plancharle los rizos, me alejé un poco de él para contemplarlo, que seguía con los ojos cerrados. Cogí una barra de labios de color rojo fuerte y empecé a pintárselos como pude, la risa me podía. Tras eso, le puse un poco de colorete y sombra azul de ojos. Parecía un puta barata. Volví a alejarma para contemplarlo y empezar a reírme a carcajadas. Aproveché que él seguía sin abrir los ojos para echarle una foto. Busqué por el salón su móvil, lo cogí y le eché la foto. Para darle más emoción al tema, quise subirla a Twitter.

"Día de belleza con @StephCalder, ¿estoy guapo? xx" tweet de Harry.

Una vez twitteé eso, escogí la foto que le eché con el móvil y se la puse de icon. ¡La que se iba a liar en Twitter! Dejé el móvil donde estaba y me acerqué a Harry.

- Ya puedes abrir los ojos. 
- Dios, miedo me da mirarme. - abría los ojos lentamente y se dirigió al baño.

Cuando entró, escuché un grito que decía ¿¡Pero qué!? y entonces volví a reírme, pero esta vez sin parar, incluso salían lágrimas de mis ojos. Harry salió del baño, con cara seria.

- ¿Qué me has hecho? 
- ¡Pero si estás preciosa!
- Ja, ja, ja - rió irónicamente - ¿Por qué no me pediste otra cosa? ¿Una cena o algo?
- Esto es mucho mejor - volví a reír. 
- ¿Enserio? Anda, ven aquí guapa. - se acercaba a mi y empezó a llenarme de besos la cara.
- ¡Aléjate de mi bicho asqueroso! - lo aparté de mi con las manos.
- ¿Así se trata a las señoras, eh? 

Reí. Cogí su gorro que estaba sobre la mesa y se lo volví a poner, tapando su pelo liso.

- Estás muy feo, feísimo. 
- ¿Perdona? - afeminó su voz - Yo nunca estoy feo.
- ¿Te has mirado bien al espejo? 
- Voy al baño a quitarme esto... - me miró mal y desapareció del salón.

Un móvil empezó a vibrar, era el de Harry y yo, como soy tan cotilla, lo cogí. Era un mensaje de Louis.

"Harry, ¿me puedes explicar tu icon de twitter?"

Terminé de leer el mensaje, cuando no puede evitar volver estallar a carcajadas. Harry volvió al salón, y me vió dejar su móvil a un lado. 

- ¿Steph? 
- Dime Harry. - volví para mirar a Harry, pero no a los ojos.
- ¿Pasa algo?
- Nada, ¿por? - seguí sin dirigirle la mirada porque si no, volvería a reírme.
- Sigo sin entender porque no has preferido una cena u otra cosa... 
- Quería vengarme.
- ¿Vengarte? ¿Para qué? Si solo me has visto tú.
- Claro... - giré mi cara a un lado para reírme. Pobre, pensaba que sólo lo había visto yo y lo había visto medio mundo. El pintalabios, el pelo liso... 
- ¿Qué has hecho, Steph? 
- ¿Yo? Nada, Harry. - dije sarcásticamente.
- ¿Segura? 
- Segurisísima. - mentí.

El dolor de cabeza volvió, así que me tiré al sofá.

- Tengo hambre. - dije.
- Eso lo debería decir yo, y tú preparar la comida, soy el invitado, no lo olvides. - dijo Harry bordemente. ¿Y ese cambio de tono? La verdad es que me fastidió.
- Primero, me duele la cabeza, segundo, nadie te ha invitado. 
- Claro, ahora te duele la cabeza, pero antes estabas perfectamente. - dijo serio.

Lo miré mal y me lavante del sofá.

- Vale, no me creas, es tu problema. - y dicho esto, me dirigí a la cocina. 

Era imposible pasar más de una hora bien con Harry. ¿Por qué había sido tan borde? Joder, esta vez yo intenté no serlo con él, estar de buenas. Le digo que me duele la cabeza y no me cree, le digo que no he hecho nada y tampoco me cree. Es tonto, diga lo que diga, es tonto y lo peor de esto es que me gustaba y cada vez más, y eso era un problema. 
Me preparé dos sandwiches, esta vez, con más cuidado, mirando lo que ponía para que no me volviera a dar aquel espantoso dolor de barriga y me senté en uno de los taburetes que había en la cocina, a comérmelos. El dolor de cabeza iba a más, así que rebusqué en unos de los cajones pastillas. La disolví en mi vaso de agua y me la tomé. Harry entró por la puerta y se sentó enfrente mía, yo no lo miré, porque con las pintas que tenía volvería a reírme y no podía, porque estaba cabreada. Me volví a sentar en el taburete para acabar de comer mi sandwich en unos cuantos mordiscos. 

- Lo siento... - dijo.

Posé mi mirada en él, para luego apartarla. Recogí las cosas y me encaminé al salón, pero agarró mi brazó. Miré su mano, que agarraba mi brazo y luego a Harry.

- Steph..
- No pasa nada. - lo corté.
- Sí que pasa, no te he creído, he quedado como un completo gilipollas.
- Lo que eres... - susurré.
- Vaya, gracias - contestó, parece que me escuchó - Steph, ¿a qué vienen esta bipolaridad?
- ¿Yo? ¿Bipolar? Eras tú el que hace un rato estaba bien y mírate ahora. - alcé el tono de voz.
- ¡Tú eres la culpable de estos cambios de humor! - ahora él quién gritaba.
- ¡Pero si yo no he hecho nada!

Como siempre, discutiendo por una tontería.

- Venga si, ahora hazte la víctima Steph.
- ¿Qué? - alcé una ceja, asombrada - Harry, lo que dices no tiene sentido.
- Si tiene senti... 
- Paso. - lo interrumpí.

Y dicho esto, me fui directa a mi habitación.

- No, no, esto si que no. - oí los pasos de Harry detrás de mi, me alcanzó de inmediato y volvió a agarrarme del abrazo, para luego acorralarme bruscamente contra la pared.

- No he acabado.
- Yo sí. - dije firme.
- ¿No sabes que a mi no se me interrumpe mientras hablo?
- Qué pena, porque yo lo he echo. - seguía acorralada contra la pared, Harry rió negando con la cabeza.
- ¿Cuál es tu problema? Te vuelvo a preguntar.
- ¿No crees que eso te lo debería decir yo a ti? 
- Yo no tengo ninguno, tan solo quiero estar bien contigo, pero tú no me lo pones fácil.
- Tan solo quiero llevarta a la cama, pero tú no me lo pones fácil. - dije imitando su voz.
- Te equivocas, eso no es lo que quiero. - contestó serio, con su mirada fija en mi.

«Narra Harry»
Me aparté de Steph, me jodió mucho que pensara eso de mi. Ella me miró confusa, pero luego se dirigió a su habitación. 
Comenzé a dar vueltas por el pasillo, hasta que cogí aire y le dije.

- ¿Cuándo te darás cuenta de que no quiero un simple polvo contigo? - al escuchar esto, se paró en seco y se dió la vuelta lentamente para mirarme.
- ¿Qué? - preguntó confusa y extrañada.
- Steph, tú no eres como las demás tías, tú eres diferente - bajé la vista e hize una pequeña pausa, para volver a tomar aire - por eso me gustas. - dirigí mi vista hacía Steph, que estaba totalmente asombrada.
- Harry, ¿cómo te puedo gustar yo? Tienes a las chicas más perfectas del mundo detrás tuya... desperdicias tu tiempo conmigo.
- Entérate de que a mí eso me da igual, me gustas tú, con todos y cada unos de tus defectos. - me acerqué un poco más - Eres tímida con la gente que no conoces, pero en cuánto tomas confianza eres la chica más loca que pueda haber en el mundo, eres borde, egoísta, violenta, orgullosa... Eres cabezota, cuando dices algo, nadie te puede llevar la contraria, tiene que ser lo que tu digas. También sé que pierdes los nervios fácilmente, que te gusta gritarme... Pero a pesar de eso, también eres una chica cariñosa, cariñosa con la gente que realmente quieres y te importan. - volví a acercarme un poco más - Steph, joder, entiende que para mi eres perfecta con todos tu defectos - estábamos a escasos centímetros el uno del otro.
- Pues... yo... no sé que decirte. - esta vez, la notaba ¿nerviosa? Era la primera vez que la veía así.
- Tan sólo dime que tú sientes lo mismo. - tragué saliva, nervioso por lo que fuera a contestarme.
- Harry... - me miró a los ojos y mi corazón se iba parando poco a poco por el tono que estaba utilizando  - yo... - bajó su mirada al suelo - siento lo mismo.
- ¿Enserio? - sonreí feliz.
- No, estúpido, es una broma. - contestó burlona.
- Eres muy tonta, ¿lo sabías?
- Pues esta tonta te gusta. - empezó a mover las cejas de una forma muy graciosa, yo empezé a reírme, la quería demasiado.
- Cuando alguien se declara, lo normal es que se besen, no que se insulten.
- ¿Y a qué estás esperando? 

Me acerqué lentamente a ella, hasta que nuestra respiración y labios quedarán a milímetros. Pasé mis manos por su cintura y ella, tras mi cuello. Remojé mis labios antes de juntarlos con los de Steph. En cuanto me pude dar cuenta, ya nos estábamos besando. Nuestros labios encajaban a la perfección, como las piezas de un puzzle. Nuestras lenguas jugueteaban la una con la otra. Sin duda alguna, este beso estaba totalmente lleno de sentimientos, de amor, era increíble. Nos separamos, a falta de aire, quedando en la misma posición y nos sonreímos. Habíamos disfrutado de eso beso como dos niños pequeños. 
















miércoles, 26 de diciembre de 2012

Capítulo 15.

«Narra Steph»

Estábamos bastante cansados, así que decidimos irnos yendo para casa. Recogimos todas nuestras cosas y las guardamos en el maletero del coche. Esta vez, yo me puse atrás, para que esos dos tortolitos pudieran estar un rato juntos, también porque tenía sueño y así podría dormirme sobre los asientos sin ocupar.
Al principio del trayecto, fuimos hablando tranquilamente, sobre nuestras vidas, cosas que nos habían pasado, etc.

- Al, te dejo en tu casa primero, ¿o qué?
- Me da lo mismo.- dije sin interés.
- Entonces, me lo tomo como un sí.
- Sara, déjanos en el parque de esta mañana, así no haces tanto viaje, ¿no? - empezó a hablar Niall.
- No me importa dejaros en vuestras casas, Niall.
- Que no Sara, ya acompaño yo a Steph si eso, tú vete a descansar a tu casa. Seguro que debes de estar agotada.- intentó Niall convencer a Sara.
- Eres convincente. - rió - Así que si eso es lo que quieres, pues no me importa y - hizo una pequeña pausa - gracias por preocuparte por mi.

Parecían esas escenas de películas: una noche estrellada en coche, el chico y la chica... Ahora se supone que vendría el beso, que es lo que yo quería, ya que hacían muy buena pareja, pero no. Los dos eran muy vergonzosos.
Llegamos a la entrada del parque, dónde esta mañana, habíamos quedado. Nos despedimos de Sara y ésta se fue en dirección contraria a nosotros.
Mi apartamento no quedaba muy lejos del de Niall, por eso fuimos juntos. Estuvimos sin hablar un buen rato, pero yo rompí aquel silencio. Me comía la curiosidad por saber qué era lo que pensaba Niall de Sara, si le gustaba o simplemente le atraía, por eso decidí a hablar.

- Niall - levantó su vista del suelo para mirarme - ¿te gusta Sara? - fui totalmente directa, sin rodeos, a lo cuál Niall abrió sus ojos por mi pregunta.
- ¿A qué viene eso? - se hizo el tonto.
- Irlandés mío, no me mientas, se nota que Sara te gusta.- ríe exageradamente.
- ¿Qué? Bah, son cosas tuyas. - intentó sonar convincente, cosa que no consiguió.
- Bueno, di lo que quieras, yo aún sigo pensando que te gusta. Esos "momentitos" vuestros lo decían todo.
- Puede que sí que me guste, es una chica muy simpática y guapa. - al fin, se dio por vencido.
- ¿Ves? Si es que a mi no me puedes mentir. - reímos los dos juntos - Bueno Niall, gracias por acompañarme, eh. Hasta mañana. - y le di dos besos en la mejilla.
- No ha sido nada. Hasta mañana, pequeña.

Niall dio media vuelta y siguió caminando con su mirada fija en el suelo.

- ¡Niall! - grité antes de que fuera demasiado tarde. Él volvió corriendo hacía donde yo estaba.
- ¿Qué? - dijo mientras tomaba aire.
- El teléfono de Sara, por si quieres hablar con ella, o simplemente quedar.- sonreí.
- No hacía falta, pero gracias.- me devolvió la sonrisa - Ahora sí, buenas noches.
- Adiós. - y me despedí de él con la mano.

• • •

Me levanté totalmente temprano, me dolía mucho la barriga y no me dejaba dormir tranquila. Miré la hora en el pequeño despertador de mesa, marcaban las 7:47 a.m. Pff, una hora un poco extraña para mi, ya que hacía tiempo que no me levantaba a tal, mejor dicho, desde que terminé  bachiller. Me incorporé bien en la cama, metí mis pies en mi pantuflas de conejitos y me fui a la cocina. Abrí uno de los estantes para ver si había algo para tomar que me quitara aquel espantoso dolor. Encontré un paquete de manzanilla, así que decidí tomarma una taza de ella. Preparé el agua y luego, la metí al microondas a dos minutos. Me apoyé a la encimera mientras se calentaba, pensando en aquella noche, en la noche que pasé con Harry. Creo que fuí demasiado cabezota, él tan solo quería pedirme perdón, pero yo no le dejé. El pitido del microondas, hizo que volvería en mi. Saqué la taza, agarrándola de la oreja para no quemarme, ya que estaba un poco caliente.

Me senté sobre el sofá con cuidado y puse la tele en el canal de MTV. Estaban pasando algunos vídeos musicales, hasta que de repente la pantalla se puso en blanco y negro, era Little Things. "Your hand fits in mine like it's made just for me..." no pude evitar sonreír y soltar alguna que otra lágrima. Con esa canción fue con la que realmente me empezó a gustar One Direction, era simple, pero conmovedora. Llegaba el solo de Harry, con su perfecta y ronca voz. "I know you’ve never loved, the sound of your voice on tape. You never want to know, how much you weigh..." El momento en el que enfocaban su rostro. Lo odiaba, por ser tan perfecto, era imposible no enamorarse de él.

- ¡Buenos días! - giré mi cabeza hacía atrás y vi a mi hermana. - ¿Y tú despierta tan temprano?
- No te soprendas tanto, que antes solía hacerlo. - la miré mal.
- Va, va, solo era un pregunta. ¿Y la manzanilla? - señaló mi taza, que la tenía cogida con mis dos manos. - Hace un poco de calor para tomar manzanilla, ¿no crees?
- Lo sé, pero es que me encuentro fatal. - puse cara de dolor y asco.
- ¿Y eso? - dijo mientras se sentaba en el brazo del sofá.
- No tengo ni idea del por qué, pero lo más probable es que haya sido por el bocadillo que me hice ayer.
- A saber que le echaste...
- Demasiadas cosas y de todo tipo.
- Bueno, tú tómate la manzanilla, que yo ahora te traigo unas pastillas y luego, te vas a la cama. ¿Vale? - se dirgió a la cocina.
- Está bien.- contesté desganadamente, mientras tomaba un sorbo de mi taza.

El salió de la cocina con una pastilla en la mano, junto con un vaso de agua, que me los entregó.

- Disuélvela en el agua y te la tomas. Yo en nada, tengo que irme, ya sabes, la uni, semana de exámenes. Pero volveré para la comida, así que no hagas nada. ¿Va? - asentí.


«Narra Harry»
Estaba tranquilamente viendo la televisión, cuando mi móvil empieza a sonar. Era Eleanor, ¿qué querría?

- Hola. - contesté al teléfono.
- Buenos días, Harry.
- Mira, si quieres hablar con Lou...- no pude terminar la frase.
- No, no es eso. Quería pedirte una favor, ¿tienes qué hacer algo? 
Pensé un momento, y al final, le respondí.
- No, me parece que no.
- Genial. Entonces, ¿podrías pasarte por mi apartamento? - no tenía ni idea de para qué quería que fuera a su apartamento, y mi cabeza estaba empezando a pensar cosas raras y sin sentido.
- Sí, supongo que sí, pero, ¿para qué? 
- Steph está un poco enferma, así que pensé en ti, si podrías cuidarla hasta que yo volviera.- la propuesta me pareció genial.
- Claro, no te preocupes, enseguida estoy allí. 
- Gracias Ha...- esta vez, la interrumpí yo.
- ¿Y cómo quieres que entre? No tengo las llaves.
- He pensado en ello, así que se las he dejado al conserje, pídeselas de mi parte, ¿va?
- Está bien, ya voy para allá.

Cogí el coche y me dirgí al apartamento de Eleanor. Una sonrisa asomaba por mi cara mientras conduncía y escuchaba 'Candy' de Robbie Williams. 
Aparqué el coche y salí de él, cogiendo mis gafas, mientras cerraba la puerta. Entré al edificio y me acerqué al conserje para pedirles las llaves.

- Buenas, soy Harry, vengo de parte de Eleanor, ¿me podría dar las llaves?
- Claro, aquí tiene. - colocó las llaves sobre mi mano.
- Gracias.- y me fui hacía las escaleras.

Abrí la puerta, intentando hacer el menor ruido posible. Entré y revisé la sala con mi vista, donde no había nadie. Dejé las llaves sobre el mueble de la televisión y fui hacía las habitaciones, suponiendo que estaría en alguna de ellas. Primero entré a una, y no había nadie y en el segundo intento, acerté. Stephanie estaba acostada en su cama, totalmente dormida y con un montón se mantas sobre ella, a pesar de la calor que hacía. Me acerqué suavemente a ella y posé mi mano en su frente, la cuál estaba ardiendo. Ella hizo un pequeño movimiento al notar mi mano sobre su frente, pero no despertó. Decidí dejarla para que siguiera durmiendo, así que volví al salón a ver si me distaría con algo. Estuve buscando con que entretenerme un buen rato, hasta que vi una Play Station 3, bien escondida en la parte baja del mueble de la televisión, miré los juegos que tenían y por suerte, había un fifa. 
Cogí uno de los mandos y empecé a jugar. 



¡Holaaaa! Cielos, el capi 15. Leed, comentad y espero que os guste, que es lo más importante aquí, que os gusten los capítulos. Por cierto, como veréis, hay una encuesta "En una próxima novela, ¿quién os gustaría que fuera el protagonista?" Bueno, la cosa es que votéis, para que yo pueda saber con cuál de los chicos queréis la próxima, ¿va? Por ahora, va ganando Niall. Y también os pido, por favor, que si no queréis que os avise, decídmelo, que no me va a molestar, imagino que tendréis vuestras razones. Digo esto porque sigue habiendo gente pasando de mis menciones. Besos :) 





viernes, 21 de diciembre de 2012

Capítulo 14.




«Narra Harry»
Unos pequeños rayos de Sol atravesaron la cortina de mi ventana, haciendo que mis ojos se abrieran poco a poco. Estiré desganadamente mi brazo para coger mi móvil, que estaba encima de la mesita de noche, y así ver la hora. 8:30 am, demasiado temprano para mi, no era normal que me levantara a tal hora, pero ya no me podía volver a dormir, una vez me he levantado, me es difícil coger el sueño de nuevo. Me incorporé bien, estiré mis brazos y revolví mis rizos, como siempre hacía cada vez que me levantaba. Me puse mis pantuflas y me dirigí al salón. No había nadie, era de suponer que todos estaba durmiendo, excepto yo. Tenía hambre y fui a la cocina, pero para mi sorpresa, no había nada que comer. Se me ocurrió la idea de ir a comprar unos gofres, así que regresé a mi cuarto para vestirme. Cogí unos vaqueros y una camiseta lisa negra, junto con mis convers de siempre. Rebusqué en los bolsillos de mi chaqueta para coger el dinero y las llaves.
Salí a la calle y estaba totalmene vacía de gente, solo se veían a una o dos personas, que me imagino que irían a trabajar.  Llegué a una cafetería que ya estaba abierta.

- Buenos días.
- Buenos días.- respondió un hombre mayor. - ¿Qué desea?
- Dos docenas de gofres, por favor. - pedí mientras me sentaba en el banco de la barra.
- ¿Para llevar? - asentí - Ahora mismo.

Era una pequeña cafetería, y en una de sus esquinas había una televisión colgada, en la cuál estaban transmitiendo un programa que me recordaba mucho a mi madre, ya que ella lo veía todos los fines de semana al levantarse para prepararnos el desayuno. Volví a entrar en mis pensamientos, como de costumbre hacía, recordando cuando era pequeño, momentos que pasé junto a ellas, mi madre y Gemma, cuando ni siquiera pensaba que llegaría a dónde estoy ahora. Una voz estrenduosa, interrumpieron mis pensamientos y rápidemente me di cuenta que era el hombre que me atendió.

- Aquí tienes chaval. - puso una bolsa sobre la barra - Son 5 libras.
Saqué el dinero del bolsillo trasero del pantalón, un billete de 10, que se lo entregué.
- La vuelta.- me devolvió un billete de 5 - Gracias, y que los disfrute.
- Gracias a usted.- y salí de allí.

Miré la hora en mi móvil y ya eran las nueve de la mañana, quizás algunos de los chicos estuviera despierto. Giré una calle y paré en seco, de lejos venía... ¿Jullia? La pude reconocer perfectamente por su largo pelo rubio y su diminuta estatura, sin exagerar.
Sabía que si pasaba al lado suya, me pararía y no tenía ganas de hablar con ella, ahora que lo había "arreglado" con Steph, así que decidí ir por otro sitio aunque tuviera que andar más. Y así fue, tuve que andar mucho más para llegar a casa, incluso hubo un momento en que no sabía donde estaba, pero logré llegar.
Metí la llave en la cerradura de la puerta, levanté la vista y ví que  ya estaban todos despiertos. ¿Tanto había tardado en llegar a casa? Eso me dio lo mismo. Saludé a los chicos y el primero en venir fue Louis, tras él, Zayn y Liam.

- ¿A dónde has ido, madrugón? - preguntó Zayn revolviéndome los rizos.
- Me levantado más temprano de lo normal, tenía hambre, así que fui a comprar algo para desayunar. - señalé la bolsa de gofres, que ya estaban un poco fríos.
- Mmm - se relamió Liam - ¡Gofres!
- ¿Y Niall? - pregunté, no lo veía por ninguna parte y habiendo gofres de desayuno, era raro.
- Ha ido al gimnasio, dijo que volvería para la hora de comer o cosa así.- me contestó Louis, que estaba preparando su té.


«Narra Sara»
Enseguida llegamos a la playa, la cuál estaba escasa de gente, quizás algunos turistas, pero poco más.
Bajamos del coche, cogiendo nuestras cosas para la comida y nos dirigimos a la playa, que había que bajar unas cuantas escaleras desde el parking de coches hasta ella.
Cogimos sitio bajo un sombrilla y Niall y yo, colocamos el mantel de cuadros que  había llevado. En un visto y no visto, nuestras manos se juntaron, al igual que nuestras miradas y el momento fue mágico, pero incómodo. Los dos estábamos rojos como tomates y no podíamos parar de sonreír. Detrás nuestra, alguien carrespeó.

- ¡Qué bonito es el amor! - gritó Steph. - ¡Lo sabía! ¡Sabía que os gustábais! Se os notaba cuando os presenté. - nos guiñó uno ojo a los dos de una forma muy cómica.- Dadme las gracias.
- ¿Pero qué dices? - intenté mentir, y cuando lo hago, siempre suelto gallos. - No inventes historias, anda y ven a ayudarnos. - me levanté rápidamente y la empujé.

Después de toda esa liosa escena, nos sentamos a comer. Steph, su bocadillo "misterioso", que siendo sincera, sí que parecía misterioso, llevaba todo lo que te podías imaginar. ¿Dónde metería tanta comida siendo tan delgada? Yo, en cambio, llevé una ensalada y unos sandwiches, que los compartí con Niall, junto con unas latas de cerveza.
Pasamos la tarde hablando y riendo.
Steph se quitó la ropa, para ponerse la crema protectora e irse a bañar a la playa, a lo que yo le acompañé.

- Niall, ¿tú no te pones crema protectora? - le pregunté, ya que lo veía tan tranquilo tomando el sol y su piel estaba cogiendo un color rojizo.
- Quiero ponerme moreno, así que no creo que me haga falta.
- ¡Tendrías que verte, Niall! - río Steph - Tú no te estás poniendo moreno, te estás poniendo rojo, ¡cómo un tomate! - y comenzó a reír de nuevo.
- Joder. - se levantó rápidamente Niall - siempre me pasa lo mismo.- dijo mientras se miraba los brazos, que los tenía colorados, que hacían conjunto con su pecho, cara y piernas. Sí, sí que parecía un tomate.
Steph y yo empezamos a reír al verlo tan desesperado mirándose la piel.
- ¡Oye! Ya os vale, ¿no? - dijo un poco molesto, pero riéndose a la vez - Reírse del mal ajeno no está bien.
- Nosotras te advertimos y preguntamos, tú pasaste de nosotras, es tu culpa.
- Steph tiene razón.- dije yo mientras me levantaba y me sacudía las piernas de la arena.
- ¿Así que Steph tiene razón, eh Sara? - se acercaba más a mi y daba paso hacía atrás acercándome más al mar.
- ¿Qué? No, claro que no. La culpa es nuestra.- seguía acercándose a mi.
- ¿Segura? - asentí riéndome, las caras que ponía eran épicas - Yo creo que... ¡no! - corrió hacía mi y me cogió en brazos para después tirarme al agua.

Me tiró con ropa y todo. Tragué mucha agua, que me dejó la boca totalmente salada. Cuando pude sacar mi cabeza bajo el agua, vi que Niall y Steph se estaba descojonando juntos. Me las pagarían, no sé como, pero lo harían. Nadé hasta la orilla. Ellos dos seguían allí riéndose.
Salí del agua y corrí hacía ellos, toda mojada. Se dieron cuenta de mi intención y también salieron corriendo.
Primero fui hacía Steph, la cuál pillé rápidamente y le planté un buen abrazo mojado.

- Cerda, ¡me has mojado entera! - se quejó, empujándome a un lado - Qué frío, joder. - y se fue a coger su toalla.
- ¡Ahora vas tú, Niall! - corría mientras lo señalaba.

Logré alcanzarlo, pero nuestros pies se tropezaron y caímos juntos.


«Narra Niall»
Sus ojos contras mis ojos. Yo estaba encima suya, pero me sostenía con mis brazos. Nuestros rostros estaban a escasos centímetros. Tenía unas ganas inmensas de besar sus labios, pero me contuve y me levanté. Extendí mi mano para ayudarla, a lo que ella la agarró y seguidamente, me abrazó fuertemente, mojándome. Me dio igual, la estaba abrazando, así que no me importó.

- Eso por haberme tirado al agua.- dijo una vez se había soltado de mi - Y esto - besó mi mejilla tímidamente - por que... no sé, por que quiero.

Como siempre, volví a sonrojarme, era algo que no podía evitar y menos si una chica como Sara, besaba mi mejilla.
Volvimos a donde estaba Steph, secándose con su toalla. Cuando nos vio volver juntos, sonrío de lado e hizo un corazón con las manos. A lo que yo le correspondí con mi dedo corazón y sonriendo.




Hola cielos, perdonadme por haber tardado tanto, enserio, perdón.
Bueno, aquí lo tenéis el capítulo 14, espero que os guste y que me comentéis en el blog, si no podéis, pues me lo decís por Twitter.
Y como ya sabéis todas, YA TENGO VACACIONES. Con eso digo que, intentaré subir más seguido. La cuestión por la que tardo tanto es porque soy muy "perfeccionista" y lo releo miles de veces hasta que me convezca. En fin...
Ya sabes, si eres nueva lectora, envíame una mención a @chesiresoul. :)
Besos-abrazos para todas. <3








jueves, 13 de diciembre de 2012

Capítulo 13.


«Narra Zayn»

Todos estábamos ansiosos de que Harry llegara, de que nos dijera que todo había salido bien, sobre todo yo, ya que la idea fue mía. Sentados en el sofá, vimos como alguien entraba a casa. Era Harry. Su rostro mostraba felicidad, pero a la vez, se le veía un poco apenado. Oh, oh, eso quería decir que no había salido como esperábamos.
Se quitó la chaqueta y la tiró sobre uno de los sofás y tras hacer eso, se recostó en uno de ellos, sin ni siquiera contarnos nada. Miré a los chicos y estos asintieron, muestra de que aceptaban que le preguntara cómo le había ido.
- Eh, Harry, ¿cómo te ha ido? - intenté llamar su atención, pero su vista seguía perdida. - ¿Harry? Tío, aquí.- chasqueé mis dedos delante de su cara y volvió en sí.
- Lo siento Zayn... estaba en otra cosa.- agitó su cara, tras sonreír después. - Dime.
- No te hagas el tonto, sabes perfectamente por lo que te pregunto.- esta vez, los demás dirigían sus miradas hacía nosotros, también les mataba la curiosidad.- ¿Qué tal con Steph? - pregunté finalmente.
- Ni bien ni mal, ha sido normal. - contestó sin gana, un poco disgustado.
- La cuestión es si te has declarado, ¿sí o no? - volví a insistir.
- ¡Claro que lo he hecho! - se colocó bien en el pequeño sofá - Incluso le pedí perdón, pero ella empezó a gritarme, como siempre hace. - bajó su mirada al suelo.
- Tío, no te preocupes, verás como en la próxima, irá mejor.- le consolé, mientras le sobaba la espalda.
- Pero al final, pudimos estar bien, hablamos, me pidió perdón. Se tranquilizó. - esbozó una pequeña sonrisa.
- ¿Sabes qué pienso yo? - gritó desde el otro lado Louis - Que se pone así de histérica cuando tú le dices algo bonito, porque te quiere, lo que pasa es que es una chica dura. - caminaba hacía el salón, metiéndose una patata frita a la boca.
- ¿Ves? Yo pienso igual, es una chica difícil, solo es cuestión de que te la ganes, que la conquistes.- intenté convencer a Harry.
- Puede que sea eso...

(....)
«Narra Steph»
Tras una buena ducha por la mañana, decidí llamar a Sara, la chica que conocí en el parque, hacía tiempo que no hablaba con ella. Fui hacía mi cuarto, cogí mi móvil que estaba encima de la cómoda y telefoneé su número.
- ¡Buenos días, Steph! - gritó desde la otra línea.
- Vaya... veo que te has despertado muy energética, ¿no? - reímos a la vez.
- Sí, llevo un buen rato despierta. ¿Y a qué se debe tu llamada?
- Quería saber si te gustaría venir conmigo a dar una vuelta, ir de comras o no sé, simplemente hacer algo. Si prefieres, ven a mi casa y vemos una peli.
- ¿Y qué tal si vamos a la playa de Newquay? Hoy hace un día genial, el Sol está reluciente, algo poco normal en Londres, ¿por qué no lo aprovechamos?
- Me parece genial, ¿pero tú tienes coche o algo?
- Claro, hace poco me saqué el carnet.
- Genial, entonces, ¿a qué hora?
- ¿Una y media te viene bien? Comemos ahí si eso... Por cierto, si te recogo en tu casa, ¿cuál es la dirección?
- No hace falta, quedamos en la entrada del parque en el que nos conocimos, ¿mejor?
- Perfecto. Pues nos vemos luego.

Empecé a prepararme, ya que ya eran las doce del mediodía. Rebusqué en la cocina para preparame algo de comida. Encontré algunas cosas, con las cuales me inventé un bocadillo un tanto extraño. Tenía de todo un poco. Lo envolví en papel de aluminio, cogí una lata de Nestea de limón de la nevera y la guardé en una pequeña bolsa térmica, que encontré rebuscando por casa. Una vez terminé de hacer eso, fui a cambiarme de ropa y me puse esto. Me hize un moño rápido y me heché un poco de brillo de labios. Cogí mi bolso y guardé mi cámara, mi móvil y mi monedero, nos íbamos a la playa, no creo que nos hiciera falta algo más.
Salí de casa y me coloqué las gafas, la verdad es que sí que hacía un buen día, soleado y con un clima estupendo.
Intenté recordar como llegué aquel día a ese parque, mas o menos, hice memoria y pude llegar. Frente a la puerta principal, había un descopotable rojo, me imaginé que sería el coche de Sara. Wow, era precioso.

Justo cuando iba a cruzar a la calle de al frente, choqué con alguien. Reaccioné rápidamente y me agarré a uno de sus brazos, levanté la vista y vi al pequeño rubio, con sus gafas de sol, riendo. Me coloqué bien, y le agradecí por haberme cogido.
- Que malas son las prisas, eh.- se agachó al suelo y me entregó mi bolsa en la que llevaba mi comida. - Ten, anda.
- Gracias otra vez, Niall, si no fuera por ti, me hubiera metido la hostia del siglo y hubiera hecho el rídiculo.
- Soy irlandés, traigo buena suerte.- esta vez, reí yo. - ¿Y a dónde vas?
- A la playa, con una amiga.- señalé con la vista el descapotable rojo. - ¿Quieres que te la presente? Es super maja.
- Si tanta ilusio....- no le dejé terminar, ya lo había cogido de la mano para llevarlo hacía el coche.

«Narra Niall»
Cruzamos la calle corriendo, casi nos pillaba un coche y era lógico, el semáforo estaba en rojo. Llegamos a aquel descapotable, en el cuál había una chica preciosa, me quedé totalmente fascinado. Era la chica más preciosa que había visto en todo mi vida. Su pelo era del color de la miel, sus ojos azules como el cielo y unas pequeñas pecas recorrían su delicado rostro. Sentí que alguien se estaba riendo y noté como mis mofletes iban  cogiendo un color rojizo, más de como los tengo de costumbre. Era Steph, que se dió cuenta de lo que me sucedía, intenté disimular un poco, aunque ya era en vano, la había cagado al quedarme mirándola como un completo estúpido. Solté una leve sonrisa para esconder mi nerviosísmo, del cual, Steph se había dado cuenta.
- Bueno Sara, este es mi amigo Niall y Niall, esta es mi amiga Sara. - la chica del coche, llamada Sara, esbozó una sonrisa y yo se la devolví.
- Encantada.- se levantó de su asiento para darme dos besos, cosa que hizo que más rojo me pusiera.
- Igualmente.- mi voz temblaba.
- Vamos a ir a la playa - intentó ayudarme Steph, en ese momento incómodo - ¿Te apuntas? - me miró y volvió a guiñarme el ojo, sabía cuáles eran sus intenciones.
- No me importaría, pero, no llevo bañador  - señalé mi ropa - y comida tampoco.
Me quité un momento la gorra, para revolver mi pelo y ponérmela de nuevo.
- No pasa nada, tonto, comes de mi bocadillo especial.
- Iré, pero tendrás que darme algo más de comer, con la mitad de tu bocadillo no me llenaré.- cruzé mis brazos.
- No te preocupes - bajé mi vista hacía Sara - yo llevo comida de sobra.- volvió a sonreír.

Tras convencerme con la comida, me monté en los asientos de atrás, dando un pequeño salto para entrar en el coche. Antes de que Sara arrancara, puso música, para concretar de Katy Perry: 'Last saturday night'.
En todo el viaje iban cantando como locas, yo me unía a ellas pero pocas veces, además iba asustado, escasos eran los ratos en los que Sara miraba a la carretera.



Hola preciosas, aquí Alanis. Bueno, principalmente daros las gracias, por leer, por vuestros comentarios, por vuestra paciencia esperando a que suba un capítulo: MASSIVE THANKS. Sé que he tardado, pero entended que estoy de exámenes, ayer fue el último que hize, ya los he terminado. El capítulo es corto, pero espero que os guste, quizás no recompense la tardanza. Por cierto, la sección de 'Personajes' la he modificado, lo digo por si queréis pasaros a verla.
Si eres nueva lectora, envíame una mención a @chesiresoul para que te avise cada vez que suba o simplemente comenta con tu username de Twitter aquí abajo.
SI PODÉIS, COMENTAR EN EL BLOG :)



miércoles, 5 de diciembre de 2012

Capítulo 12.



~Narra Steph~
El viaje ya me estaba cansando y estaba empezando a sospechar de que no me íbamos a dónde se suponía que teníamos que ir. Lo peor de todo, es que iba con él, con la persona que más odiaba en estos momentos. Estaba totalmente incómoda. Quería bajar ya de ese coche, no lo soportaba.
- Me quiero bajar del coche.
- ¿Qué? - me miró por un pequeño instante y volvió su vista a la carretera - ¿Qué te quieres bajar?
- Ah, ¿es que también eres sordo? - dije sarcásticamente.
Suspira, iba a hablar, pero yo lo corté y se quedó con la palabra en la boca.
- Mira, no sé a dónde me llevas y no quiero saberlo, ¿vale? Es decir, llévame a casa, ahora.
- ¿Enserio quieres eso? Entonces, tendrás que pasar más rato conmigo - resaltó el 'más' - en el mismo coche.
Puse los ojos en blanco.
- Que asco te tengo.- murmuré, pensando que no me había escuchado.
- Yo también te quiero.- y volvió a soltar esa sonrisita burlona de siempre.
Apunto estaba de dormirme, cuando siento que el coche se para. Harry bajó de él y abrió mi puerta, ¿se estaba haciendo el caballero conmigo o qué? Salí del coche y la verdad, no sabía dónde estábamos, pero no era ningún pub o discoteca eso se veía perfectamente. Mas bien, era como un pequeño 'bosque' o algo parecido y me imagino que fuera de la ciudad. Harry empezó a caminar, por un momento decicidí no seguirle, pero mi instito me dijo que sí lo hiciera, por si no quería perderme. Iba detrás suya, sin saber a donde me llevaba. A lo mejor, habíamos quedado allí con los chicos o...
- ¿Pero esto qué es? - pregunté en voz alta mientras observaba lo que había ante mis ojos.
- ¿Te sientas y te lo explico? - contestó él, haciendo ademán de que me sentara en una de las sillas de la mesa.
Estaba entre sorprendida y cabreada; sorprendida porque no me esparaba esto y cabreada porque odio las citas sorpresa.
Una vez estábamos los dos sentados, Harry empezó a hablar. Para no hacerle el feo e irme, decidí quedarme a escuchar lo que me iba a decir, aunque no tuviera muchas ganas.

~Narra Harry~
- Mira Steph - comencé a hablar - sé que en estos días nos hemos llevado muy mal y que... bueno yo hize lo que hize. Pero, tenías mis motivos.
- ¿Motivos? Sería genial que me los explicaras, porque yo no creo que tengas motivos para hacer lo que hicistes, además, ¿esto qué es? ¿Una cita sorpresa? ¿Para qué? ¿Para decirme cuatro tonterías y arreglarlo todo? No, señorito, las cosas no se arreglan así.- se levantó de la silla para irse, pero yo la agarré del abrazo y la impulse, suavemente, hacía abajo para que se volviera a sentar.
- Joder, Steph, déjame explicarte.
Se cruzó de brazos y se recostó sobre la silla. Empezábamos mal.
- El beso que nos dimos, hizo que yo, bueno, yo - se notaba perfectamente que estaba nervioso y era la primera vez que me pasaba eso con una chica. Mientras hablaba, no paraba de mover las manos - empezara a, bueno, sentir cosas.
Callé, pensando que ella contestaría con un  'Vaya, a mi también me pasa lo mismo' pero me equivoqué. Se colocó bien en la silla y apoyo sus codos en la mesa.  Me miraba seria, tragué saliba.
- Harry, eso fue solo un beso, nada más. Con un beso no vas a saber si realmente te gusta alguien y podría creerte, pero me lo pones difícil con lo que hiciste con la furcia esa, me fastidió mucho, ¿sabes?
- Te dije que tenía mis motivos.
- Pues, explícamelos.
- Quería ponerte celosa, para... para saber si tú también sentías cosas por mi o simplemente, estabas jugando conmigo.- el gesto de su cara cambió al oírme decir esto.
- ¿Ponerme celosa con eso? - esta vez, se levantó bruscamente y se acercó a mi - Mira, ¡estoy harta! Harta de que todo el mundo diga que juego contigo, ¿por quién tomáis? ¿Por una chica que no tiene sentimientos y juega con los de los demás? Pues os equivocáis, porque me dolió lo que hiciste con Jullia, y sí, ¡me puse celosa! Conseguiste lo que querías, ¿no? Pues alégrate.
Ahora me levanté yo.
- A ver, ¿y qué quieres que haga? El día que fui a tu casa, fue para decirte lo que sentía, ¡pero tú no me dejaste! Y me cabreó que me dijieses que no te querías enamorar de mi y todo, después del beso.
Volvimos a las discusiones de siempre.

~Narra Steph~
Empezamos a discutir, como siempre hacíamos cuando estábamos juntos.  Él gritaba y yo gritaba a la vez, era una mezcla de palabras, insultos y ninguno de los dos nos entendíamos. Me cansé, lo dejé hablando y me encaminé, no sé a donde pero lejos de él. Empezé a andar por un caminito que había encontrado, por suerte, pude despistar a Harry y así, que no me encontrara. Diez minutos, veinte minutos, treinta minutos andando sin rumbo. Al fin, pude ver el final del caminito que daba con una pequeña casa abandonada. Fuera, en el porche había un banco. Me senté en el a observar el cielo, el cuál se veía precioso, mientras, me puse a pensar en todo lo que Harry me había dicho. Se declaró, me dijo que sentía cosas por mi... y yo, como soy tonta, salté y empecé a gritarle, como siempre hago. "¡Seré gilipollas!" grité en voz alta y tapé mi  cara con mis manos.
- No, no eres gilipollas. - asustada, dí un pequeño salto.
- ¿Harry? ¿Eres tú?
- Si tonta, soy yo. - dijo mientras se acercaba a mi. - ¿Qué haces aquí? ¿Cómo has encontrado este sitio?
- Andando, sin querer queriendo. - me giré para mirarlo - Perdóname por gritarte, me enfadé sin motivos.
- Seamos honestos, Steph, los dos teníamos nuestros motivos para enfadarnos el uno con el otro.
Asentí y subí mi vista a cielo, él hizo lo mismo.
- Es precioso, ¿verdad? Yo suelo venir aquí cuando tengo tiempo, para despejarme y olvidarme de que soy famoso, que solo soy un chico normal cumpliendo su sueño.
- La verdad es que sí - sonreí - Entonces, ¿tú ya conoces este sitio? Lógico que me encontraras tan rápido.
- Que yo sepa, soy la única persona de Londres que lo conoce. - presumió de ello.
- ¿Enserio? No te creo, eso es imposible, alguien más tiene que saber de este sitio, sino, ¿de quién es esta casa?
- Mi abuelo, es de mi abuelo, nos traía a mi y a mi hermana aquí siempre que podía, era nuestro sitio secreto.
- Entonces... tú no eres el único que lo conoce, tú hermana también sabe de su existencia.- dije mientras seguía mirando el cielo estrellado.
- Sí, pero apenas viene, solamente yo. Y bueno, ahora tú, tú también lo conoces, eso te hace especial para mi, nunca antes había traído a otra chica que no fuera mi hermana.
Pude notar que me estaba sonrojando, pero por suerte era de noche y no se notaba mucho. Hubo un largo, largo momento de silencio.
- Volvamos a casa, ¿vale? Creo que ya es bastante tarde.- interrumpió Harry el silencio.
Asiento y nos fuimos camino hacía el coche para volver a casa. Una vez habíamos llegado a la mía, bajé del coche y me despedí de él con la mano.
- Gracias.
- ¿Por?
- Por haberme enseñado tu 'sitio especial' me ha llegado. - sonreí y volví a despedirme.
Aunque eso no quería decir, que aún no estuviera enfadada con él, solo fue un simple gracias.




· · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · ·

Quizás el capítulo sea corto, pero espero, como siempre, que os guste. COMENTAD EN EL BLOG SI PODÉIS, GRACIAS, SOIS AMOR TODAS POR LEER :3

martes, 27 de noviembre de 2012

Capítulo 11.

Todas sabemos el lío que ha habido con la novela, pero seguiré con ella. Mucho mejor que antes, el capítulo está mejorado por una parte, así que leed :)  A las que queriáis novela nueva, voy a preparar una (no es seguro). Bueno, espero que os guste. COMENTAD EN EL BLOG <3
___________________________________________________________________

(Narra Harry)
- Yo sigo pensando que lo que has hecho ha estado bastante mal, sobre todo con los fines que tenías.- dijo Liam.
- Ya, pero a ver, estaba enfadado y encima bebí.- dije intentando defenderme.
- ¿Enserio crees que esas son excusas, Harry? No es que no te crea, pero tengo que decirte que lo del beso con esa chica no estuvo bien y menos delante de Steph.- dijo esta vez Louis.
- ¿Tú piensas que a ella le molestó el beso? No, te equivocas Louis, os equivocáis todos. ¡Ella no me quiere! Solo está jugando conmigo.
- El que te equivocas eres tú.
Los únicos que hablábamos éramos Louis y yo y quizás algún comentario de Liam, mientras que Niall y Zayn nos observaban.
- Vale, tienes razón. No estuvo bien, lo sé, pero quería saber si de verdad ella me quiere o...
No me dio tiempo a terminar la frase ya que Zayn gritó.
- ¡Tengo una idea! ¿Quieres que Steph salga contigo y te perdone? - dijo refiriéndose a mi. Asiento con la cabeza un poco desconfiado.- Pues... podrías hacerle una cena romántica sorpresa, ¿qué te parece? Entonces allí es cuando te declaras.- terminó entusiasmado.
La verdad, es que no era mala idea y por intentarlo no se perdía nada.
- Pero... si se entera de que es Harry quién la ha organizado, no va a querer ir.- intervino esta vez Niall.
Asentimos todos a la vez, en esa parte, Niall tenía razón. Yo no podía pedirle la cita, estaba seguro de que daría un no por repuesta.
- Ya sé.- dijo Louis.- Puedo llamar a Eleanor y decirle que le diga a Steph que hemos quedado todos, pero va a ser mentira para que ella no diga que no, ¿me entendéis? 
- No.- dijimos todos al unísono.
- A ver, yo llamo a El y hablo con ella. Total, es para que podáis tener la cita. Ahora vuelvo.
Louis se fue a llamar a Eleanor.
- Entonces, ¿dónde se supondría que sería la cita? 
- Donde tu quieras, un lugar especial para ti, ¿no?
- Ya sé a donde llevarla.- dije contento, recordando un lugar muy especial para mi.
- Pero que no sea a la cama, ¿eh? Que creo que ese también es un lugar muy especial para ti.- bromeó Zayn, broma que no me hizo gracia.
- Vale, te has pasado un poco Zayn, mis intenciones con Steph ni mucho menos serían tirármela en una noche, lo que siento por ella es diferente y quiero que mi relación con ella sea diferente. 
- Está comprobado, realmente te gusta Steph.- dijo Niall mientras se levantaba y me daba unos golpecitos en la espalda.- Suerte esta noche.
- Lo mismo te digo.- dijo esta vez Zayn.- Te deseo lo mejor del mundo, esa chica te hará muy feliz.
Quedé solo en la habitación y me puse a pensar un poco como sería esta noche, tenía que demostrarle que todos esos rumores malos sobre mi no son verdad, que no soy el tipo de chico que ella piensa. Me levanté y fui a hablar con Louis, para saber que le había contestado Eleanor sobre la supuesta quedada entre todos.

(Narra Steph)
Cansada de esperar, decidí llamar a Eleanor.
- ¡Eleanor! - oí que soltó un 'auch' - ¿Qué coño pasa aquí, que me habéis tomado por tonta o qué? Hace 15 minutos que llevo esperando.
Estaba enfadada, no tenía ganas de ir a ningún sitio y aparte de que me obligaron, tenía que esperar, ¡pues muy bien!
- Relaja, ¿vale? Ya han ido a por ti, no tardará mucho en llegar.
Resoplé y colgué.
Me volví a poner los tacones, me miré por última vez al espejo y salí de casa.
Fuera, había un coche, el cual parecía estar aparcado esperando a alguien, sin disimulo alguno, me acerqué a él. Di tres golpes con mis nudillos sobre la ventanilla. Mi cuerpo dio un pequeño salto al ver que la puerta se abría, así sin más. Reconocí a la perfección quién era la persona que estaba dentro del coche. Era Harry. Con paso decidido, di media vuelta y me encaminé de regreso a casa, que solo tenía que cruzar a la calle de al frente. Dispuesta a meter la llave, alguien sujeta mi mano; rápidamente la aparté.
- ¿Me dejarás en paz algún día? - volví a meter la llave en la cerradura, sin subir la mirada.
- ¿A qué te refieres con 'dejarte en paz'? - escuchar su voz masculina y grave me hizo estremecer.
- Más tonto, y no naces.- susurré mientras giraba la llave hacía la derecha, y después, hacía la izquierda.
- ¿Enserio me has hecho venir a aquí para esto? ¿Para ver como te metes conmigo, sin ni siquiera mirarma a la cara? - subió el tono de voz.
- ¿Quieres que te mire? - alcé mi vista, que hizo que mis ojos chocaran con los suyos.- ¿Contento?
- No, aún no.- ríe burlonamente.
- Pues lo siento, pero yo no puedo hacer nada más para 'contentarte'. Así que ahora me voy - entré dentro del edificio - ¡Ah! Y si ves a mi hermana, dile que estoy en casa. - me asomé un poco y volví a entrar.

(Narra Harry)
Seguía enfadada conmigo, no era de extrañar. Sin saber que contestar, me quedé quieto al lado de la puerta mientras veía como Steph se iba adentrando en el edificio. Pude parar la puerta con el pie antes de que se cerrara. Corrí hacía Steph y sin avisarla, la cogí y la coloqué sobre mi hombro izquierdo. Empezó a patalear y darme golpes en la espalda.
- ¡Gilipollas, bájame de aquí! ¡Ya!
- No, bonita, yo no he venido aqui para nada. Tú te vienes conmigo. Abrí la puerta del copiloto y la senté  en él.  Una vez dentro del coche, arranqué y puse el seguro a las puertas, porque conociéndola, es capaz de hacer cualquier tontería con tal de bajarse del coche y esta era mi oportunidad, no podía perderla y la cosa había empezado con mal pie.
Iba cruzada de brazos, mirando por la ventanilla. No duraría mucho sin quejarse o insultarme.
- ¿A dónde me llevas? - su voz era dulce hasta cuando se enfadaba, por la cara que tenía, parecía una niña pequeña caprichosa.
- Vamos con los chicos, ¿no te acuerdas? Habíamos quedado.- pensé en mentirle, porque era obvio que si le decía la llevaba a una cita sorpresa, y encima conmigo... se pondría histérica.
- ¿Y tan lejos están de la ciudad? Porque llevamos media hora, por lo menos, en el coche y contigo a mi lado, como que no me hace gracia.- empezó a echarse hacia un lado, para alejarse lo más posible de mi.
- ¿Sabes? Eres una exagerada, niñita de mamá que todo lo que quiere lo consigue.
Arqueó una ceja.
- ¿Y tú? Un capullo, gilipollas, medi neurona, creído... ¿Quieres que siga?
Me limité a callarme y no contestarle a nada hasta llegar a nuestro destino. Estaba cabreado y nervioso, más nervioso que otra cosa, por saber como reaccionaría y que me contestaría.